Odio a los rojos
Foto cortesía Aprendes
Un rojo, un inmenso número rojo saltaba a la vista en la libreta de notas. Un color poco deseado a la vista de los padres de todos los escolares, pero que existía en este momento e iba a ser motivo de castigos y privaciones en la vida de varios adolescentes de tercero de secundaria. El rojo ya estaba ahí, constaba, era realidad, avergonzaba. Pero el rojo además alertaba: andas mal, puedes repetir el año, esfuérzate más o mueres. Teresa se siente culpable, el rojo es su sentencia. Porque el rojo en el acta de cualquier profesor era igual a un “te lo advertí”, “eso te mereces por no estar atenta”, “voy a ser drástico contigo” y “si no aprendes no es mi culpa”.
Teresa había escuchado esas frases todos los años de sus profesores y en especial de Tomás, su profesor de matemáticas. Les sonaron siempre tan injustas. Es que había cosas que Teresa no entendía y no se atrevía a preguntar. No quería pasar una vergüenza. Tampoco podía estudiar en casa por los pleitos de cada día con su hermana Marcela y con su mamá. Le quitaban las ganas de todo.
Teresa tampoco escuchaba bien del oído derecho, desde niña, sin que nadie lo note, pero debía sentarse siempre atrás porque los profesores preguntaban siempre a los de adelante y eso a ella la ponía nerviosa. Entonces ocurrió que Tomás, profesor de Teresa, se matriculó de motu propio en una academia de computación. Tomás era también una persona con dificultades para concentrarse. Los conflictos continuos con su hijo adolescente y las discrepancias con la madre sobre la forma de criarlo, no le dejaban tranquilidad para hacer bien en casa los ejercicios con el programa Office. Además, algunos temas en las clases de Windows, que no podía comprender con la misma facilidad que el resto. Las computadoras en general le resultaban intimidantes. Por eso, a Tomás le parecía injusto los rojos que le ponían, el nulo interés del responsable del curso por sus dificultades y el poco compromiso del instituto con su necesidad de aprender.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home